El fin de semana del 7 y 8 de octubre se celebró la cuarta edición del festival Benimaclet Confusión en la que tuve la suerte de participar como artista urbana realizando una intervención mediante pintura a spray.
Somos nuestro primer lector, nuestro oyente más cercano. Y todo lo que leemos forma una imagen dentro, todo lo que decimos, nos escuchamos decir, es información, existe. Modifica nuestro estado de ánimo, se acumula en nuestra memoria corporal, crea realidad entorno y dintorno. Inspiro el amor que pongo en este barrio cuando lo camino y el que pusieron todos los demás antes de mí. Lo construye un sentimiento de grupo humano, de especie. Reverberan estos muros el agradecimiento del foráneo que encontró su casa, del eterno recién llegado sorprendido por el abrazo que lo recibe.
PD: A los pocos días de haber pintado, este muro fue tapado con graffiti. Existía una lucha en ese rincón por considerarlo un muro «del barrio».Después de una temporada de efímeras intervenciones por parte de grupos de pensamiento opuesto, llegó el festival y me cedió el espacio.
Alguien escribió sobre mi pieza «Back to the old busines» refiriéndose a la idea del apropiacionismo que acompaña al graffiti y contrasta con la insitucionalidad del muralismo legal.»¿No te da pena lo de tu muro?» me han preguntado en más de una ocasión. Claro que no. Tuve la oportunidad de observar los movimientos urbanos que pueblan nuestras paredes, la constante renovación que indica que algo está vivo y responde según su propia lógica.
Más proyectos para festivales en mi publicación Janis Joplin, A piece of out hearts.